Los desafíos que impone la Inteligencia Artificial a los profesionales del Derecho
Mayo 19, 2023
En una Masterclass organizada por Derecho Vespertino de la Universidad San Sebastián, el abogado y experto en Inteligencia Artificial, Carlos Amunátegui planteó las ventajas de las nuevas tecnologías y la necesidad de los abogados de volverse “más humanistas”.
a Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando el mundo, y el ámbito legal no es una excepción. En una reciente Masterclass organizada por la carrera de Derecho Vespertino de la Universidad San Sebastián, el abogado y experto en Inteligencia Artificial, Carlos Amunátegui, planteó los desafíos que presenta la IA para los abogados y la necesidad de estos de volverse «más humanistas».
Durante la exposición, Amunátegui destacó la importancia de entender la historia y la lógica detrás del desarrollo de la IA para comprender sus limitaciones y retos metodológicos. Uno de los principales desafíos es la falta de regulación en el uso de la tecnología. “Hay usos de tecnologías que debiesen estar prohibidos. Por ejemplo el reglamento europeo de la IA prohíbe tecnologías que intentan influir subliminalmente en la conducta de las personas, o aquellas que se aprovechan de las debilidades, u otras que tienen un potencial de causar daños importantes, por ejemplo los automóviles auto conducidos, que deberían estar regulados con sistemas de seguro obligatorio, por ejemplo”.
En el ámbito legal, la IA se está utilizando cada vez más para analizar grandes volúmenes de documentos legales, crear asistentes legales virtuales y ayudar a abogados y jueces a tomar decisiones informadas de manera más eficiente. “Hoy día, los mecanismos técnicos permiten que un abogado se encargue de 50, 100 causas. Con la IA podemos encargarnos de 500. Con esto, un mismo abogado podrá llevar muchas más causas y acercar la justicia a muchas más personas”.
Si bien esto puede mejorar el acceso a la justicia y acelerar los procesos judiciales, también plantea la amenaza de reemplazar funciones que antes solo podían ser realizadas por abogados.
La directora de carrera de Derecho Vespertino, Marion Soto, señaló que «La digitalización con sus tecnologías emergentes, entre ellas la IA, el blockchain, los contratos inteligentes, el metaverso, suponen un gran desafío y una importante oportunidad para la humanidad y en particular para el mundo del Derecho.
En nuestro caso, este espacio de reflexión académica apunta a tres ámbitos que serán nuestro desafío para formar los nuevos abogados de esta era tecnológica: 1) incorporar las tecnologías para mejorar la formación práctica de nuestros estudiantes; 2) Ampliar las áreas de práctica a aquellas materias vinculadas a garantizar los derechos en los nuevos entornos tecnológicos y 3) Emplear las tecnologías existentes para hacer más eficiente nuestro trabajo, automatizando aquellas tareas que admiten un trabajo más estandarizado».
Valores superan a la IA
Amunátegui enfatizó la necesidad de que los abogados se preparen para la arremetida tecnológica, y que desarrollen un enfoque más equilibrado y completo en la toma de decisiones, con valores y principios éticos fundamentales para la justicia. Es importante tener en cuenta que la IA está diseñada para procesar y analizar datos sin considerar las emociones, los valores o los principios éticos, lo que hace que los abogados humanos sean aún más valiosos en la defensa y protección de los derechos y la justicia para las personas.
“Lo que hacen estos modelos es inferir probabilidades desde los datos con los que los alimentan; son tan buenos como los datos con que los entrenan”. Es decir, indicó, “que vamos a tener que estudiar muchísimo más. Solo si eres capaz de evaluar, puedes sobrevivir. Debemos tener mucho más criterio, volvernos más humanistas”, puntualizó.
En conclusión, la IA presenta grandes desafíos para los abogados, pero también puede ser una herramienta útil si se utiliza de manera responsable y ética. La capacitación y la actualización constante son fundamentales para garantizar que los abogados estén preparados para enfrentar este nuevo escenario, pudiendo proporcionar un enfoque más humano y ético en la toma de decisiones.